domingo, 8 de abril de 2012

ochodeabril

El tiempo lo cura todo; otra mentira más para la colección...el tiempo no cura nada, o cura lo que ya no importa. El tiempo es precisamente lo que nos hiere. Noches en vela, apatía, distracciones constantes, pensar en lo que se dijo, en lo que se va a decir, o quizás en lo que se debería haber dicho.

Por eso a día de hoy no me arrepiento de habértelo dicho todo...no se me ha quedado nada en el tintero, no tengo más palabras, porque ahora ya no hay nada más que decir.

Me siento decidida a poner las cartas sobre la mesa del bar de siempre, donde tantas y tantas tardes se nos pasaban volando hablando de todo, contándonos nuestras penas, y nuestras alegrias... compartiendo minutos y horas...esas horas que no me importaban que fuesen eternas.

Derrumbas el muro que me protege con sólo una sonrisa..y cuando creo que es el momento ideal me lanzo a la piscina siendo transparente como su agua, y tal cual salgo a respirar después del chapuzón y de declarar mi amor, me doy cuenta de que quiero ahogarme en ella...tu cara es tan transparente como el agua de la piscina, y en el fondo tu mirada veo el "NO" que no quiero escuchar.

Y como si de una película se tratase, viene a mi cabeza la melodía de una escena tipica de suspense, esperando una respuesta...y aparece el sonido de los grillos..cuando pasan los minutos y con una sonrisa de medio lado, dices que no puede ser... que no ves más que una amiga en mi...encogiendo los hombros, y con una cara digna de postal de "lo siento", te lebantas de la mesa y con mis ilusiones te vas...

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